los responsables locales. Jesús advirtió a sus seguidores acerca de los falsos profetas que se presentaban con apariencia de ovejas, pero que interiormente eran lobos rapaces (Mt 7:15). En su despedida, Pablo había dicho a los ancianos de Éfeso: «Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño» (Hch 20:29), y el mensaje a la iglesia de Éfeso que encontramos en el libro de Apocalipsis confirma la exactitud de su predicción. El contexto sugiere que estos
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